Estamos tan acostumbrados a verlos en todos sitios, incluidas las grandes ciudades, y especialmente en ellas, que pensamos que cualquier pajarillo que se nos cruza es un gorrión. De hecho, para la gran mayoría de ciudadanos de Madrid, por ejemplo, los pájaros que conviven con ellos son las palomas, los gorriones y como mucho las urracas.
Pero lo cierto es que la biodiversidad de las grandes ciudades es espectacular. Pajarillos de vivos colores a escasos metros por encima de nuestras cabezas en los parques o en los árboles de nuestra calle nos ven pasar sin que nos demos cuenta. Mi primera entrada en esta nueva web va a ser sobre ellos, sobre los vecinos desconocidos con los que compartimos las ciudades.
Todas estas fotos están hechas en parques de Madrid, España, entre septiembre y enero, con una cámara Nikon D750 y un objetivo Sigma 150-600 mm, sin trípode, mientras daba un paseo hasta casa. Pero la mayoría pueden ser vistos a simple vista, así que adelante.
Los papamoscas en invierno no se distinguen mucho las hembras de los machos. Es en época de reproducción cuando el plumaje de los machos se vuelven negro o marrón muy oscuro en las partes superiores.
Hay dos especies de Carbonero, el común y el garrapinos. En la ciudad de Madrid se pueden ver los dos fácilmente. Cuando era chaval, pensaba que solo podría ver fauna si me iba a bosques y montañas, y perseguía a estas esquivas aves con mis prismáticos en las pocas ocasiones a las podía ir a bosques de coníferas. Ahora bajo de casa y disfruto de su colorido.
Encontrarme un piquituerto fue una sorpresa, y como se movía tan rápido, hice la foto y solo después, en casa, pude comprobar lo que había «capturado» con mi cámara. La verdad es que nunca había visto uno y me hizo mucha ilusión.
Faltan muchos, petirrojos, colirojos, jilgueros… pero sirva de muestra para lo que me proponía, y es que no todos son gorriones. Un saludo.
